miércoles, 30 de julio de 2008

Auto Diagnóstico para la Adicción al Sexo

Este es un test para calcular la severidad del problema de adicción sexual. No es un reemplazo a la evaluación profesional, sino una herramienta para el autodiagnóstico. Llene las preguntas, oprima el botón de calculo y revise las recomendaciones
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1. Fuiste abusada cuando niña o adolescente?
No



2. Compras regularmente revistas de contenido romántico o sexual explícito?
No



3. Has permanecido en relaciones románticas aún luego de que se convirtieron en fisica o emocionalmente abusivas?
No



4. Te encuentras con frecuencia preocupado con pensamientos sexuales o fantasías románticas?
No



5. Sientes que tu conducta sexual es normal?
No



6. Alguna vez tu esposo o pareja o famliar se ha preocupado o se ha quejado de tu comportamiento sexual?
No



7. Tienes problemas deteniendo tu conducta sexual cuando sabes que es inapropiada?
No



8. Alguna vez te has sentido mal acerca de tu conducta sexual?
No



9. Ha creado tu conducta sexual problemas para tí o para tu familia?
No



10. Alguna vez has buscado ayuda para una conducta sexual con la que te sentías incómoda?
No



11. Alguna vez te has preocupado de que los demás averigüen aceca de tus actividades sexuales?
No



12. Alguien se ha herido emocionalmente debido a tu conducta sexual?
No



13. Alguna vez has sido acusado, conducido o detenido por la policía o seguridad, debido a actividades sexuales en lugares públicos o inapropiados?
No



14. Tienes períodos en los que actuas sexualmente, seguidos de períodos donde te abstienes completamente de sexo?
No



15. Alguna vez has hecho esfuerzos de parar una conducta sexual y has fallado?
No



16. Escondes algunas de tus conductas sexuales de los demás?
No



17. Has tendio varias relaciones románticas a la misma vez?
No



18. Alguna vez te has sentido degradado por tu conducta sexual?
No



19. Ha sido el sexo o las fantasías románticas una forma de escapar de tus problemas?

No



20. Cuando tienes sexo, te sientes deprimida al terminar?
No



21. Te involucras regularmente en conducta sado-masoquista?

No



22. Ha interferido tu conducta sexual con tu vida familiar?
No



23. Has tenido sexo con menores?

No



24. Te sientes controlada por tus deseos sexuales y fantasías románticas?
No



25. Alguna vez has pensado que tu deseo sexual es más fuerte que tú?
No






Tu puntaje:

Resultados:
13-25 En este rango los síntomas de adicción sexual son muy claros. Mientras más alto el puntaje, más severo el problema y más necesaria la evaluación profesional. Recomendamos que asistas a un programa de Doce Pasos tal como Sexo Adictos Anónimos, Adictos al Sexo y al Amor Anónimos, Sexoholicos Anónimos

Conteste las preguntas del test y para calcular la severidad del problema presione el botón de calculo. Luego de eso lea las recomendaciones ofrecidas en la ventana de resultados.

martes, 29 de julio de 2008

VIVO ESTE CALVARIO,EN SOLEDAD Y SIN COMPRENSION

ADICCIÓN AL SEXO
Introducción La sexualidad es una dimensión de la persona que impregna la vida cotidiana y que habitualmente está asociada al amor y a la ternura.
Es una fuente de motivación e incluso de inspiración artística, pero también puede dar lugar a todo tipo de objeciones. En el caso de la adicción, el sexo se convierte en una obsesión para la persona de la que le resulta difícil desprenderse y que compromete seriamente su funcionamiento cotidiano.
La importancia concebida a la sexualidad es muy variable de unas personas a otras y no está relacionada directamente con el grado de salud mental. Hay personas sanas en que la motivación sexual es muy baja y otras, en cambio, en que es muy alta. Sin embargo, la adicción al sexo, a diferencia de la sexualidad normal –más o menos alta-, se caracteriza porque el objetivo de la conducta es más la reducción de un malestar que la obtención de un placer. El sexo se convierte en un remedio para reducir la ansiedad y la actividad sexual se transforma en algo morboso y obsesivo (Mellody, 1997).
La adicción al sexo que afecta más a hombres, consiste en un exceso desbordante de deseos y de conductas sexuales que el sujeto se siente incapaz de controlar. El impulso incontrolado se traduce en una conducta sexual breve, frecuentemente poco satisfactoria, que se repite con intervalos variables siempre cortos –entre algunas horas y escasos días-, con mujeres distintas y sin reparar en los perjuicios de toda índole que tal conducta ocasiona a uno mismo y a su familia. A veces se pueden invertir hasta cuatro horas diarias, pero los pensamientos sobre el tema pueden ser casi constantes. De este modo, la conducta amorosa se reduce a una mera urgencia biológica irreprimible, con el único objetivo de la penetración/eyaculación y sin dejar espacio a la comunicación ni a la ternura. Se considera a las personas sólo en función del sexo, que se convierte de esta forma en la única vía para conseguir una gratificación personal y afectiva.
Se trata de un tema recurrente en el cine y en la literatura, con personajes que deambulan por ambientes sórdidos a la búsqueda de todo tipo de experiencias con las que superar la dependencia de su verdadero amor.
Más allá de la cantidad, lo que aparece en primer plano es una conducta sexual irrefrenable que genera autogratificación y especialmente, el alivio de un malestar interno. Se trata de conductas no deseadas –ahí está la diferencia con la promiscuidad o con el apasionamiento- y que producen consecuencias muy negativas para el sujeto: físicas (enfermedades de transmisión sexual), psicológicas (sentimientos de culpa y verguenza, ruptura matrimonial no deseada, daño a los hijos, autoestima devaluada, soledad, etc.) y sociales (pérdida de empleo, devaluación del status socioeconómico, etc.). Esta vorágine de sexo sin control lleva a un abandono de las obligaciones familiares, sociales y laborales. La vida sexual se vive en secreto y con culpa. La depresión, incluso ideas de suicidio, están muy asociadas a este tipo de conductas (Earle, Earle y Osborn, 1995).
Adicción al sexo
- Conductas no deseadas - Interferencia en la vida diaria - Enfermedades de transmisión sexual - Sentimiento de culpa - Ruptura de pareja no deseada - Sexo como alivio de un malestar
Las mujeres afectadas sufren una doble sensación de vergüenza, en función de su rol de protección de la familia, y experimentan un descenso brutal de la autoestima (Norwood, 1986).
La adicción al sexo puede revestir diversas formas: masturbación compulsiva, búsqueda ansiosa de relaciones sucesivas con múltiples amantes, frecuentación habitual de prostíbulos, consumo abusivo de teléfonos o programas eróticos, llamadas telefónicas obscenas o recurso irrefrenable de las páginas de internet dedicadas al sexo, en donde intentan satisfacer fantasías sexuales de toda índole. El contenido de la adicción puede referirse a una sexualidad normal (es decir, a relaciones consentidas con adultos) o a una sexualidad parafílica (por ejemplo, el exhibicionismo, voyeurismo, etc.).
La tecnología disponible actualmente ha posibilitado la aparición de nuevas variantes. En concreto, las líneas telefónicas party-line y las eróticas constituyen para algunas personas una vía de adicción al sexo, mantenida inicialmente por reforzadores positivos –una forma de entretenimiento y de excitación- y controlada finalmente por reforzadores negativos –el alivio del malestar-. En algunos casos los sujetos pueden llegar a percibir la conducta como incontrolable y a ver limitada seriamente su vida a nivel personal, familiar, económico y social.
Estas líneas presentan unas características determinadas que facilitan la dependencia.
En primer lugar, la disponibilidad ambiental de éstas es total: en todos los hogares hay un teléfono y los números de estas líneas están ampliamente difundidos. La tentación de llamar –y de poder en un entorno discreto- es pues, muy fuerte.
En segundo lugar, la gratificación obtenida es inmediata; sin embargo el estímulo punitivo –el gasto de la llamada- se demora hasta la recepción de la factura del teléfono.
En tercer lugar, el funcionamiento intrínseco de las líneas party-line potencia la percepción de control: el que llama no tiene más que apretar un botón para cambiar de interlocutor, pudiendo variar cuantas veces lo desee y sin tener que dar la cara ante la otra persona. Y por último, la búqueda de la persona deseada (generalmente del sexo opuesto) suscita una gran tensión emocional en el caso de las líneas party-line, y una excitación sexual, en el caso de las líneas eróticas, que puede aliviarse con conductas masturbatorias.
El consumo abusivo de alcohol o de drogas suele estar asociado a la adicción al sexo. De hecho, la función deshinibidora del alcohol facilita la implicación en conductas sexuales que generan un grado de malestar en las personas en los momentos de lucidez.
La transición de una sexualidad alta, pero normal, a una sexualidad adictiva viene marcada fundamentalmente por dos variables:
a) la interferencia grave en la vida cotidiana (sufrimiento y autodestrucción, soledad, pérdida de la familia, incapacidad de mantener una relación afectiva duradera, etc.)
b) aparición del síndrome de abstinencia cuando no se puede llevar a cabo la conducta sexual (nerviosismo, irritabilidad, dolores de cabeza, temblores, insomnio, etc.).
Los signos alentadores de la adicción al sexo son múltiples: a) fantasías sexuales alejadas de la relación de pareja.b) conductas sexuales anónimas, múltiples y breves.c) sexualidad comprada (prostitución, teléfono erótico, etc.)d) conductas de voyeurismoe) acoso sexual a personas dependientes del sujeto; etc.
Aunque aún no se conoce con detalle el origen de esta adicción, algunas dimensiones de la personalidad (impulsividad, autoestima deficiente, etc.), ciertos antecedentes en la infancia (abusos o traumas sexuales) o en la adolescencia (rechazos en el ámbito afectivo erótico) o diversos elementos situacionales actuales (soledad o vacío existencial, relación de pareja insatisfactoria, etc.) parecen desempeñar un papel importante.
Retrato-Robot del “Obsexo” (enganchado al sexo)
a) La sexoadicción es un trastorno de tipo obsesivo.
b) La sexoadicción, que afecta sobre todo a hombres, aumenta con la falta de satisfacción sexual. Va unida a la ansiedad y la depresión.
c) El sexoadicto confunde el amor con el éxtasis sexual. El sexo es la única vía para conseguir una gratificación personal y afectiva.
d) El sexo se percibe como una cadena de penetración/eyaculación, sin la existencia de caricias y ternura.
e) Se considera a las personas sólo en función de su sexo (como instrumentos).
f) La vida sexual se vive en secreto y con culpa. Se concibe el sexo como una forma de solucionar todos los problemas, aunque se contradiga su propio deseo.
Actualmente, la carretera de la información (Internet) donde se encuentra gran parte de la industria del sexo, cuenta con mas de 300 millones de páginas pornográficas y 60 millones de usuarios que acuden a éstas, y se estima que dos millones de éstos son adictos a los sitios pornográficos, según un estudio del Consejo Nacional de Adicciones Sexuales y Compulsivas. La lectura de revistas eróticas, búsqueda de sexo en Internet, visualización de películas pornográficas y pensamientos habituales acerca de "hacer el amor" pueden ser indicativos de la presencia de una adicción sexual.Durante el transcurso de este ensayo hablaré sobre que es la adicción sexual, es decir, en que consiste, cuales son sus causas, quienes pueden ser víctimas, las etapas, los ciclos y como lograr la recuperación de los adictos.Lo que es...La adicción como tal se refiere a una conducta compulsiva, es decir, que lleva a realizar una acción determinada mas allá de la voluntad propia impidiendo detener su práctica por periodos prolongados.Entonces, podemos definir la adicción sexual como la conducta compulsiva que lleva al individuo a realizar actos sexuales involuntarios que como resultado dejan una sensación de insatisfacción y pérdida de la libertad.Las VíctimasProbablemente nos estemos preguntando quienes podemos ser víctimas de esta adicción; pues bien, las víctimas han sido personajes ricos, famosos, ministros, políticos, hombres y mujeres. Multitud de escándalos y tragedias nos han advertido que también nosotros, creyentes, no somos inmunes a este tipo de adicción.Aunque comúnmente la adicción sexual ataca más a los hombres, se debe tener en cuenta que las mujeres no quedan descartadas como víctimas potenciales, de hecho las hay. Actualmente el número de mujeres que reciben tratamiento va en aumento gracias a la cantidad de información que hay sobre el tema y que permite romper la barrera de la vergüenza. Si para un hombre es difícil aceptar ésta adicción que tiende a ser ocultada por vergüenza, imaginemos lo difícil que es para una mujer aceptarla. Como saber si se es adicto?Es fácil confundir la conducta y el deseo sexual normal con la compulsión y la gratificación adictivas. Una persona puede tener un apetito sexual mayor de lo normal y no ser un adicto.A continuación se encuentran una serie de preguntas que le pueden ayudar a determinar si existe adicción sexual1.- Tu comportamiento sexual, ¿contradice o interfiere con tus creencias o desarrollo espirituales? 2.- Tu forma de vivir la sexualidad, ¿te ha dejado alguna vez con el sentimiento de una falta total de esperanza, enajenación, o con ganas de suicidarte?3.- ¿Se le ha ocurrido alguna vez que necesita ayuda para modificar su comportamiento o pensamientos sexuales?4.- ¿Cree que está siendo controlado por muy diferentes estímulos sexuales?5.- ¿Es frecuente que sienta deseos de evitar o parar algún tipo de comportamiento sexual?6.- ¿Usa el sexo como una vía de escape de la realidad o como una fórmula para eliminar la ansiedad?7.- ¿Tiene sentimientos de culpa, remordimientos o depresiones después de haber tenido una relación sexual con su pareja?8.- ¿Se ha vuelto compulsiva su búsqueda de sexo?9.- ¿Se apodera de usted un impulso irresistible cuando la otra parte toma la iniciativa o le propone relaciones sexuales? ¿se ve incapaz de resistirse a una nueva proposición sexual?10.- ¿Su interés excesivo por el sexo ha provocado interferencias en su vida cotidiana (trabajo, familia, relación social)?11.- ¿Le cuesta cada vez más concentrarse en otra cosa que no sea sexo? ¿ha bajado su rendimiento en general?12.- ¿El sexo le está robando tiempo que antes dedicaba a otros aspectos para los que antes siempre estaba disponible?13.- ¿Pasa frecuentemente navegando por páginas de la red dedicadas a sexo?14.- ¿Su nivel de ingresos económicos se ha visto mermado con motivo de consumir sexo?15.- ¿Mantienes una vida doble? 16.- ¿Tus necesidades te han orillado a tener sexo en sitios o en situaciones con gente con la que no debes involucrarte?17.- ¿Frecuentemente quieres alejarte inmediatamente de tu pareja después de tener sexo?18.- ¿Se ve obligado a recurrir a imágenes o a recuerdos sexuales no deseados (fantasías) durante el acto sexual?19.- Su comportamiento sexual ¿necesita cada vez más, de variantes y de mayor frecuencia para poder alcanzar los mismos niveles de excitación?Si usted contesta positivamente a una o varias de las preguntas arriba reseñadas debería considerar la posibilidad de estar padeciendo un problema de adicción al sexo. En tal caso el consejo es consultar con el especialista para definir con más concreción la gravedad de su problema.Sin embargo, aquí hay una descripción de las principales características de una adicción sexual que le permitirá identificar con mayor claridad la existencia o inexistencia del problema.La actividad sexual adictiva se hace en aislamiento. Esto no siempre significa que se tenga que hacer mientras se encuentra físicamente solo. Más bien quiere decir que el adicto se encuentra mental y emocionalmente separado o aislado de la relación y el contacto humano. El más íntimo y personal de los comportamientos humanos se vuelve absolutamente impersonal. La actividad sexual adictiva es reservada. En realidad, el adicto desarrolla una vida doble practicando la masturbación, frecuentando las tiendas de pornografía y los salones de masajes, pagando a las prostitutas y durante todo este tiempo escondiendo lo que hace ante los demás y, en cierto sentido, aún de sí mismo. Por cuanto ésta vida secreta está llena de vergüenza, el mayor temor del adicto es que lo descubran. La actividad sexual adictiva está despojada de intimidad. El adicto es totalmente egocéntrico y no puede lograr intimidad genuina porque la obsesión que tiene con sus propias necesidades no deja lugar para dar a los demás. Es probable que de niño nunca tuvo relaciones íntimas aparte de las relaciones sexuales. Tener una verdadera relación íntima es una experiencia que la mayoría de los adictos nunca han podido experimentar. La actividad sexual adictiva está vacía de cualquier relación. La adicción sexual tiene que ver con el acto sexual por sí solo. Es la actividad sexual separada de la auténtica interacción de las personas. Esto se hace más claro en relación con la fantasía, la pornografía y la masturbación, pero aún cuando el individuo tiene relaciones sexuales con su pareja, en realidad ésta no es una "persona" sino un número, una parte intercambiable dentro de un proceso impersonal, casi mecánico. La actividad sexual adictiva produce víctimas. La obsesión abrumadora de la gratificación de sus propios deseos ciega al adicto y le impide ver el efecto perjudicial que su comportamiento tiene sobre los demás. Si lograr la gratificación significa que un niño de seis años sea víctima, el adicto procederá sin darse cuenta del daño que ha causado hasta que la vergüenza se le viene encima una vez que el acto gratificante ha sido logrado. Los adictos necesitan ser ayudados para que se detenga el proceso de hacer víctimas a los demás. La actividad sexual adictiva termina en insatisfacción. Cuando dos personas casadas hacen el amor se sienten satisfechas de haber tenido esa experiencia. La actividad sexual adictiva deja a los participantes con una sensación de culpa, lamentando la experiencia. En vez de ser un acto que les produzca satisfacción, es vacío, y se sienten culpables por haber tenido relaciones sexuales con esa persona, o por cuan bajo tuvieron que llegar para lograrlo. En estos momentos oscuros de profunda insatisfacción es muy probable que el adicto se sienta abandonado por Dios. Con frecuencia piensa en cuánto desea dejar de comportarse de esa manera y anhela ayuda, pero no sabe cómo parar ni a dónde ir.ConsecuenciasLo que en un momento comienza como un desorden aislado se torna compulsivo, y es en este punto donde le llamamos adicción. Ésta provoca una fuente de infelicidad y de problemas para el afectado que está imposibilitado para controlar su conducta.Como la víctima no tiene control sobre sí mismo, pronto va reincidiendo en estas conductas sexuales desordenadas que le generan más y más malestar, ansiedad e incomodidad al hacer lo que no quería hacer y estar donde no se quería estar.Es en ese momento de profundo malestar, ansiedad, incomodidad y confusión cuando el adicto tiende al rechazo de sí mismo por no ser capaz de controlar su conducta sexual. Al ser sexo dependiente, el afectado ha perdido el equilibrio entre el deseo, la necesidad y sus emociones.Otras consecuencias que la adicción produce son el pavor a la pérdida del cariño de sus seres queridos, temor a ser rechazado por la sociedad y quienes le rodean, lo que provoca que lleve una doble vida en la cual ante los demás conserva una imagen limpia aunque ante sí mismo se sienta la persona más sucia del mundo.Sin embargo, no siempre es posible ocultar todas las consecuencias. Pronto, producto de su doble vida sus entornos laboral, familiar, espiritual y social se verán afectados. En el entorno laboral su rendimiento decaerá a causa de una profunda depresión, tendrá problemas para concentrarse, e incluso puede cambiar su temperamento, que le llevará a tener nuevos problemas con los empleados, clientes y personas que tienen contacto con él en el trabajo.En la familia igual que en el trabajo nuevos problemas surgirán, sobre todo con el cónyuge quien será el primero en sentir que algo anda mal. Probablemente la economía podría decaer por la improductividad en el trabajo y el gasto que genera el consumo del sexo. La atención a los hijos puede ser mermada por el tiempo que consume la adicción. La educación de los pequeños también está en riesgo, ya que el adicto siente que carece de autoridad moral para corregir, aconsejar y reprimir a los hijos.El plano espiritual se podría decir que es el primero en dañarse y el más afectado de todos. La víctima se siente realmente sucia ante la presencia divina e indigna de perdón. No se atreve siquiera a levantar su rostro para orar y pedir auxilio. Pierde la confianza en la misericordia de Dios pues está ensimismado en sus pecados. Existe más daño aún cuando esta persona es un creyente comprometido y trabaja a favor de la fe pues el grado de conciencia es aún mayor y seguramente habrá intentado escapar de la adicción en innumerables ocasiones sin obtener resultados.Debido a esta dura lucha contra sí mismo y la constante derrota, no solamente se habrá perdido la confianza en la misericordia de Dios sino también en la confianza en sí mismo. Llegará a creer que no tiene sentido seguir luchando pues ha perdido la esperanza.La pérdida de la esperanza es un asunto grave, pues como dice el dicho: "la esperanza muere al último". Si la víctima ha perdido toda esperanza lo más probable es que ya haya pensado o esté pensando en el suicidio.En el entorno social las consecuencias llegan en un segundo tiempo, es decir, después de afectar a los tres entornos principales. Cuando una familia es destruida por la adicción sexual, pronto tendremos un numero más en las estadísticas de desintegración familiar; si tenemos desintegración familiar la sociedad es afectada pues los hijos de estas familias desintegradas quedarán posiblemente con un fuerte trauma que viene de todo lo que vivieron antes de ver la separación de sus padres.Si un adicto pierde, la sociedad pierde también, pues es precisamente que producto de ésta adicción tenemos violadores, pervertidos sexuales, acoso sexual, abuso infantil, prostitución y un sin fin de consecuencias derivadas a su vez de todo esto. ¿Interesante, no?Pero ampliemos un poco más la situación que vive la pareja del sexo dependiente, en especial, la mujer:Muy probablemente la mayoría de las esposas de los adictos puedan o hayan visto señales indicadoras de la presencia de la adicción. Generalmente este tipo de señales consisten en encontrar por ahí escondidos o sin esconder algunas revistas pornográficas, prendas femeninas, recibos de teléfonos a líneas sexuales, recibos de pago en sitios de "masaje", aparatos para producir placer sexual, etc.. También puede ser que el esposo tenga ausencias sin explicación, llegadas a casa muy tarde, contradicciones sobre lo que hizo, entre otras cosas.Generalmente el adicto tratará de cubrir todas las evidencias y si es sorprendido querrá justificarlas de alguna forma, principalmente diciendo que es algo normal, que no hay de que preocuparse porque solo es un juego o entretenimiento, es decir, tratará de minimizar el asunto. Y por supuesto que también se tornará generoso, dando regalos a la esposa, sacándola a pasear para tratarla de convencer de que todo está en perfecto orden cuando en realidad no lo está porque está cubriendo las faltas más graves.En situaciones más avanzadas de adicción el esposo tratará de realizar las fantasías sexuales con su esposa, presionándola para que se comporte como las chicas de las revistas aún cuando éste comportamiento vaya contra los principios morales de su esposa o resulte incómodo.Si la esposa se niega a realizar tales aberraciones, puede suceder que el cónyuge se aproveche de la situación para justificar su búsqueda de satisfacción en otros lugares tales como centros de prostitución o en relaciones extramaritales.Por si todo esto fuera poco, las esposas de los adictos son unos de los grupos más solitarios y carentes de entre los grupos de esposas cuyos maridos tienen alguna otra adicción. En la mayoría de las ciudades existen docenas de grupos de ayuda para alcohólicos, drogadictos, fumadores y hasta comedores compulsivos, pero no así para sexo dependientes. Esto resulta sumamente grave, porque después del adicto, la persona que más vergüenza, confusión y desesperación tiene es precisamente la esposa.Algunos consejos para las esposas de los adictos:En primer lugar se debe comprender la gran diferencia natural entre hombre y mujer: en términos de respuesta sexual, hombres y mujeres somos muy diferentes. Para la mujer, el sexo y el amor no se pueden ver separados y se dan en un clima de estabilidad, intimidad, ternura y compromiso, mientras que para los hombres son dos cosas que pueden estar separadas en un momento determinado. Esto no quiere decir que el hombre no conciba el amor dentro del acto sexual o en la relación de pareja, de hecho si lo hace pero también puede concebir el sexo de forma independiente, es decir, sin amor.Para entenderlo mejor, tenemos que introducirnos en el conocimiento de sexualidad masculina en el sentido fisiológico y psicológico. Por ejemplo, a la mujer, el estímulo de los sentidos (ver pornografía, por ejemplo) no le afecta tanto como a los hombres, pues en éstos últimos pueden tener un efecto inmediato y poderoso difícil de controlar. Esto no es algo bueno ni algo malo en sí mismo, es solo una diferencia significativa que nos ayuda a explicar el porqué de que la mayoría de los adictos sean hombres. Esto debe ser comprendido por las mujeres si se quiere luchar contra la adicción.Otra cosa a tener en cuenta es que la adicción sexual tiene que ver con la lujuria y no con el amor. Hay muchas características del amor y la lujuria que nos ayudan a entender porqué los hombres pueden amar a sus esposas pero a la vez ser adictos al sexo. El amor esta enfocado hacia una persona concreta, es fiel, es estable y consiste en dar mientras que por otro lado, la lujuria consiste en quitar, puede fijarse en cualquier cosa o persona, provocando inestabilidad y que finalmente lleva a la infidelidad.Hombres y mujeres tenemos la capacidad de amar y de lujuriar, pero el hombre es más propenso a caer en la lujuria que la mujer y sentirla con mayor intensidad. Así pues cuando el hombre ha caído en la lujuria le resulta todo un reto vencerla aún cuando ame a su esposa. Sorprendente pero es una realidad: para el hombre amor y sexo son experiencias independientes, aunque en el matrimonio, cuando hay amor, ambas se complementan.Comprender esta separación que hace el hombre entre lujuria y amor ayudará a las esposas a liberarse de la creencia de que son ellas las culpables de la adicción. Algunas piensan que si fueran más delgadas, más bonitas, más juguetonas en la cama, etc.. las necesidades de sus esposos se verían saciadas. Eso no puede ser más falso porque la adicción no viene por el apetito sexual ni por el deseo de amor... la adicción es consecuencia de la lujuria. No importa si incrementan el número de veces en que hacen el amor, ni como lo hagan... ahí no está la solución. Ustedes, esposas, no son la causa de la adicción de sus esposos y tampoco son la cura, el problema está dentro de ellos, y es ahí donde hay que luchar y ganar la batalla.¿Entonces, que pueden hacer?Busquen en primer lugar un consejero espiritual: será sumamente necesario, luego, busquen toda la información que puedan sobre el tema (sobre todo libros) para que puedan dar los pasos correctos; trate de encontrar un grupo de apoyo que la conforte y ayude con toda su experiencia; ame a su esposo con firmeza, créame que él lo necesita; esté dispuesta a hacer lo que sea necesario para ayudarlo y convencerle de que necesita ayuda.Por último, lea esta lista de lo que NO debe hacer:• No pase por alto las señales de la doble vida de su esposo • No acceda a las exigencias sexuales malsanas de su esposo • No tolere el maltrato hacia usted y sus hijos • No se arriesgue a dejarse contagiar con enfermedades peligrosas • No oculte la verdad del comportamiento de su esposo, mintiendo o inventando excusas ante su jefe, sus compañeros de trabajo, sus amigos y la familia Causas de la adicciónAhora toca hablar de las causas de la adicción. Esto es importante ya que como lo dije antes, la adicción no está en la esposa o en los hijos o en la sociedad, sino dentro del adicto. Al decir que la adicción está dentro de él no quiero decir que quienes estamos a su alrededor estemos libres de haber contribuido a su adicción; más bien quiero decir que independientemente de quienes hayan participado lo importante es descubrir la causa que está dentro del individuo y partir de ahí, pues si la persona no saca la causa a la luz, en realidad su esperanza de vencer queda muy limitada. Veamos pues las causas más comunes:Existen muchas causas para crear el comportamiento adictivo al sexo, pero una de las más importantes es el abuso sexual en la niñez. Algunos estudios muestran que alrededor de un 80% de los adictos han sido abusados sexualmente en esta etapa.Aunque la mayor causa de adicción puede ser el abuso sexual infantil, cabe aclarar que no todos los niños abusados llegan a ser adictos. Quienes llegan a serlo es porque han quedado sumamente heridos y tienen un trauma psicológico que los mantiene tensos y por eso buscan una salida en el sexo mismo.Y como no todos los adictos fueron niños abusados, suponemos la existencia de otras causas, como por ejemplo la incapacidad de enfrentar los problemas cotidianos de la vida. Con frecuencia encontramos que otra parte importante de los sexo dependientes son personas que no han aprendido a enfrentarse a los problemas cotidianos que todos tenemos en la vida. Debido a que estas personas se encuentran tensas, tratan de buscar una salida para aliviar la tensión y ésta es el sexo.Entonces ¿quiere decir que la adicción sexual siempre tiene su origen en la tensión que producen los problemas o el haber sido maltratados?. No. También podemos caer en la adicción por "casualidad". Un ejemplo de cómo se cae por casualidad es el de un chico que fue a vivir con un compañero de universidad y éste estaba suscrito a una revista pornográfica. El ver la revista lo inició en la adicción pues mes a mes la esperaba con ansiedad. Posteriormente iría pasando por cada una de las etapas de adicción hasta convertirse en un sexo dependiente.Aparte de las causas ya mencionadas tenemos ciertos factores que contribuyen en gran medida a formar adictos. La sociedad en la que vivimos nos condiciona hacia una sexualidad compulsiva, por ejemplo, los medios de comunicación hacen que lo raro y esencialmente dañino parezca normal y bueno. En la televisión vemos como los protagonistas de una película o serie tienen sexo en la primera cita y/o antes del matrimonio; también nos presentan a los esposos teniendo vidas extramaritales, a psicólogos aprobando la masturbación y la pornografía, a intelectuales tachando a la Iglesia de anticuada y represiva en materia sexual, etc. Tal vez todo esto no sea el origen de la adicción en sí pero si nos predispone y debilita nuestra conciencia.Las creencias erróneas también se encuentran en la raíz de la mayoría de las adicciones sexuales. Algunos adictos confiesan haberse refugiado en el sexo por creer que no encontrarían a alguien que los quisiera, o por que no se sienten dignos de ser amados y respetados, o bien por pensar que eran inadaptados.Por último, otros orígenes de la adicción pueden ser la baja autoestima, educación demasiado rígida, padres dominantes, incapacidad de relacionarse con el sexo opuesto y dificultad para expresar las emociones.Etapas de la adicciónDe la misma forma en como funcionan las demás adicciones como la droga y el alcohol, funciona también la adicción sexual. El adicto poco a poco va intensificando las dosis de sexo en su comportamiento pasando de etapas moderadas a otras que van más allá de lo que él mismo hubiera imaginado, incluso puede llegar a hacer cosas que en meses antes o años antes hubiese repudiado rotundamente. Veamos pues los niveles por los que los adictos sexuales pasan, iniciando por supuesto con los más moderados hasta llegar a los mas fuertes. Primer nivel: fantasía, pornografía y masturbación. Este es el primer nivel de todo adicto, aquí es donde empieza la cadena que pronto se convertirá en toda una pesadilla. Para muchos, a la luz de las actitudes liberales de la sociedad, masturbarse es normal, ver pornografía es una diversión tolerada e inofensiva, y son consideradas ambas cosas como algo que "no es tan malo".Por su parte, el adicto que inicia en este nivel se justifica comparando su actitud con otras que son aún más compulsivas y aberrantes y así se siente seguro, pues según dice, él o ella es quien controla lo que hace. Esto es muy irónico pues la adicción sexual es una batalla por la mente y es en este primer nivel donde la batalla se ha perdido.Fantasías y pornografía constituyen el combustible para masturbarse y así otorgar las pequeñas dosis con las que el adicto comienza. Así es, eso que nuestra sociedad tolera (pornografía y fantasías) son la puerta de entrada para los siguientes niveles de adicción.Probablemente creerá que estoy exagerando, pero es verdad... quienes están atrapados en la adicción no me dejarán mentir. ¿Quiere un ejemplo?. Ted Bundy, asesino de veintiocho mujeres y niñas fue condenado a muerte y horas antes dio testimonio del papel que jugaron la pornografía y las fantasías para cometer esos crímenes:"La pornografía... es como una enfermedad, como una adicción. Yo seguía buscando materiales más potentes, más explícitos, más groseros. Tal como hace un drogadicto, usted desea ardientemente algo más potente, más fuerte. Algo que le proporcione mayor excitación sexual. Hasta que llega el momento en que la pornografía ya no le sirve. Y es entonces, cuando uno se pregunta si quizás haciendo algo en la realidad, experimentará más placer que el que experimenta con sólo leer o ver pornografía." Ted BundyOtra cosa, ni el matrimonio, ni el noviazgo son la solución a la adicción pues ésta nada tiene que ver con el amor, recordemos que más bien tiene que ver con la lujuria, por lo tanto no sirve de nada casarse o conseguir novio(a).Segundo nivel: pornografía en vivo, fetiches y aventuras amorosas. Este nivel, al igual que el anterior no supone actividad criminal, pero sí difiere bastante del primero. A diferencia del nivel que vimos donde el "sexo estaba en papel" ahora encontramos al adicto teniendo contacto con personas reales mediante la asistencia a bares donde bailan mujeres desnudas, teniendo aventuras amorosas, utilizando de fetiches, excitándose sexualmente por teléfono y probablemente tratando de tocar a alguien sexualmente fingiendo accidentes o bien haciéndolo explícitamente.Lo más común en este nivel son las aventuras amorosas. Muchos de los que llamamos infieles probablemente estarían mejor catalogados como adictos pues no pueden vivir sin sus aventuras amorosas. Lo peor es que quienes se encuentran en este nivel pronto terminarán de encontrar satisfacción, lo que hará que pasen al siguiente nivel.Tercer nivel: delitos criminales menores, prostitución, voyerismo, y exhibicionismo. En éste nivel la compulsión pasa el límite de lo "legal" y llega a lo criminal, aunque con delitos menores.Uno de estos comportamientos puede ser el voyerismo que consiste en espiar y mirar los órganos sexuales de alguien con lujuria. Pero no siempre el voyerista es aquel que se esconde entre los matorrales o mira por una puerta entreabierta; voyerista también puede serlo quien premeditadamente en un carro baja el vidrio para mirar con lujuria a una mujer u hombre que pasa.Otro acto más del tercer nivel es el exhibicionismo que consiste en dejarse ver los órganos sexuales. Por ejemplo, un exhibicionista puede ser aquel que deja abierta la puerta mientras se cambia o la persona que entreabre las piernas para dejar ver sus genitales.Los actos mencionados son ilegales aunque no tienen fuertes sanciones penales y no siempre se denuncian. El problema mayor viene en el cuarto nivel.Cuarto nivel: consecuencias legales severas, abuso sexual de menores, incesto, violación. Abuso infantil, incesto y violaciones son delitos graves que acompañan al adicto en este cuarto nivel. El criminal (adicto) en esta etapa causará daños severos a sus víctimas, dejándoles traumas psicológicos que pueden terminar en crear nuevos adictos sexuales (como vimos en los orígenes de la adicción). Si el adicto es atrapado pasará mucho tiempo en la cárcel. Así que siendo conscientes de lo que implica una adicción sexual debemos estar muy atentos para tratar de erradicarla.Ciclo de la adicciónLa adicción es dolorosa en cualquier etapa, el individuo lucha contra sí mismo; es una batalla por la mente y el adicto se siente atrapado en un ciclo interminable. Comprenderlo puede ser de mucha ayuda para que el adicto pueda salir. A continuación cito este ciclo sacado de una pagina en Internet sin hacer modificaciones para no dar lugar a que se pierdan puntos importantes:La obsesión - Consiste en el ensimismamiento del adicto en el problema. Empieza a autocompadecerse, tiene el pensamiento lleno de ideas sobre como hará para aliviarse y esto le provoca a veces ira, dolor, vergüenza, ansiedad o algunos otros disturbios emocionales momentáneos. También la obsesión consiste en que el adicto puede verse provocado sexualmente casi por cualquier cosa (como ver una fotografía inocente) que le llevará a buscar alivio lo más pronto posible.La cacería - El adicto es empujado a actuar, a buscar algo o a alguien con quien involucrarse sexualmente. Puede buscar pornografía o salir en búsqueda de una pareja sexual. Todo esto suele ser un rito. El reclutamiento - Identificar y conseguir una víctima puede ser tan sencillo como comprar una revista o depositar monedas en las maquinitas para ver fotografías pornográficas, o puede ser mucho más complejo, como atraer y seducir una persona confiada. La gratificación - Por un lado, la gratificación es sencillamente una cuestión de alcanzar el orgasmo por medios que van desde la masturbación hasta el acto sexual, pero no siempre es tan sencillo. Muchos adictos no pueden alcanzar el orgasmo sino por medio de la realización de fantasías, que cada vez se hacen más y más complicadas. Encontrar la pornografía o la pareja adecuada, o la clase precisa de comportamiento sexual perverso es lo que sirve de combustible al proceso adictivo de un nivel al otro. El regreso a la normalidad - Después que la fantasía ha sido realizada y el orgasmo se ha logrado, la obsesión se acaba y el adicto de nuevo se siente "normal". Aun Ted Bundy describió una sensación de normalidad después de cometer cada asesinato, pero como con otras adicciones, este estado de normalidad no dura. La realidad se inmiscuye una vez más, iniciando así, de nuevo, todo el ciclo. La justificación - A medida que el adicto se da cuenta de lo que ha hecho, surge la necesidad de justificarse. Los adictos son gimnastas mentales consumados que pueden ir a través de contorsiones lógicas colosales para convencerse de que en realidad todo estaba bien. Nadie fue herido. Todo el mundo lo hace. Culpar a alguien - Cuando el adicto ya no puede creer en sus propias racionalizaciones, busca un chivo expiatorio en quien pueda proyectar sus problemas. Busca a alguien a quien culpar de los sentimientos terribles que siempre aparecen cuando la euforia de la gratificación ha pasado. Culpará a sus padres, a la sociedad, aún a Dios por haberlo hecho como es. Culpará a casi todo el mundo en vez de aceptar la responsabilidad personal por sus acciones. La vergüenza - A medida que el adicto encuentra mayor dificultad para proyectar en los demás lo que ha hecho, la culpa y la vergüenza entran y carcomen su alma. Se siente mal no tanto por lo que ha hecho, sino por la clase de persona en la que él se ha convertido. Se ve a sí mismo en el escalón más bajo de la sociedad. La desesperación - Por último el adicto llega al punto en que el dolor es mayor después de pensar en lo que era antes, y se siente sin esperanza para cambiar. En este punto puede volverse al licor o puede aumentar su adicción sexual con cualquiera de una docena de otras compulsiones, todo en un intento desesperado de eliminar el dolor. El suicidio se convierte en una posibilidad muy real. Las promesas - El adicto se dice a sí mismo y le dice a los demás que nunca jamás sucederá otra vez, que nunca volverá a ese sitio y que nunca volverá a verse de nuevo con esa persona, pero sus promesas sólo sirven para enfocar nuevamente su manera de pensar obsesiva y activar el proceso adictivo una vez más. Rumbo a la RecuperaciónAhora que conocemos que es la adicción, cuales son sus causas, sus consecuencias y como funcionan sus ciclos, falta solo una cosa por conocer... como puede recuperarse el sexo dependiente. Sin importar cual sea la causa, existe cura para la adicción al sexo. El tratamiento no consiste en no tener relaciones sexuales (por supuesto cuando se está casado) sino que trata de reconducir el comportamiento.Lo primero que hay que hacer es reconocer las razones que impulsan al adicto a abusar del sexo. Segundo, hay que asistir a terapias con el psicólogo (de preferencia creyente) quien nos puede brindar un conjunto de técnicas que han demostrado ser efectivas para resolver la sexo adicción. Tercero, es conveniente que un profesional ayude al adicto con tratamiento farmacéutico para inhibir la ansiedad o crisis que el sexo adicto puede experimentar. Muy conveniente es que el adicto tenga un "padrino". Un padrino es aquella persona responsable, conocedora del tema y con fortaleza espiritual a quien el adicto rendirá cuentas y no porque esa persona lo vaya a sancionar o tenga alguna autoridad, sino porque esa persona será el que esté siguiendo muy de cerca el proceso de recuperación y ayudará al enfermo a superar cualquier obstáculo. Recomiendo que este padrino sea de preferencia un ex-adicto ya que la experiencia de su propia recuperación puede ser de mucha ayuda para el adicto, pues tiene frente a él la prueba de que sí se puede y a la vez, no hay nadie que comprenda más la situación que alguien ya ha pasado por ese mismo camino.Es muy importante que el adicto se decida a enfrentarse al problema y llegar a la intimidad. Si el tratamiento de recuperación no incluye el llegar a ésta intimidad, la recuperación será incompleta y temporal.El problema de poder llegar a la intimidad es que no sabemos que es en realidad. Creemos que intimidad es igual a relaciones sexuales y no es así. Intimidad significa cercanía, transparencia, es decir, lograr la habilidad de compartir con otra persona los anhelos más profundos así como nuestras debilidades. El sexo como parte de la intimidad solo es permitido en el matrimonio.La intimidad pues, tiene que ver con el darse a la otra persona, en dar más que en recibir, en preocuparme por el otro y no por mí. Es sorprendente y casi increíble aceptar que la cura consiste en servir a otro, en atender los sufrimientos del otro olvidándome de los míos.Conseguir la cura a través del servicio es posible porque al servir al otro me olvido de mí, y olvidándome de mí me olvido de mi adicción, ¿me explico?. Al olvidarme de mi adicción corto inmediatamente el ciclo que me mantiene en el círculo interminable que inicia con la obsesión.Ahora bien, ¿hasta que punto hay que llegar en la intimidad?. Hasta el punto de ser transparente, es decir, presentarse ante el otro tal cual es y no presentar una imagen. No importa cuales sean las consecuencias de ser quien es porque si no lo hace el alivio será momentáneo.Entonces, como la intimidad implica entregarse al otro debemos escoger muy bien a la persona con quien iniciaremos a practicarla. Yo en lo personal recomiendo que si se está casado sea con la esposa(o) pero antes ambos deberán ir con el psicólogo o consejero espiritual para que los ayude a iniciar esa intimidad.Durante el proceso de recuperación, el apoyo de la Iglesia es fundamental. Además de recuperarse mentalmente, el adicto necesita sanar su alma. Esta quedó muy dañada producto del pecado. Necesita pues de nuestras oraciones, de nuestro apoyo espiritual, de nuestra aceptación. La enseñanza bíblica es muy importante, es necesario que encuentre en la palabra de Dios consejos sólidos, además del perdón y el amor de Cristo. Si el adicto no recibe este apoyo espiritual estará desequilibrado.Pero aquí no termina todo, hay algo mas que los adictos deben hacer para terminar su tratamiento. A veces no les gusta, pero es necesario que se comprometan a ayudar a otros adictos por periodos largos, quizá durante toda una vida. La razón de ayudar a otros es porque ayudando a otros se ayudan a sí mismos, recordemos que el servicio es la fuente de cura de la adicción y si los adictos se mantienen en servicio a los demás estarán siempre prevenidos ante recaídas y al mismo tiempo ayudarán a otros a su recuperación.Otros consejosTodo adicto debe tener un plan de "protección". Por supuesto que no es un plan obsesivo, pues es precisamente contra lo que se lucha, pero si debe haber un plan el cual impida que el adicto tenga contacto con cosas que pueden hacer que el ciclo reinicie.El plan consiste en mantenerse fuera de las librerías pornográficas, de los estantes de revistas y de los bares. Por supuesto que ir a los centros de prostitución también quedan terminantemente prohibido, así como el iniciar alguna aventura. Estos principales puntos del plan deben ser muy rígidos sin dar marcha atrás.También dentro de este plan se encuentra la lectura de material de ayuda, tener estudios bíblicos, oración, comunión, confesión, ayunos y formas moderadas de diversión. En la forma de divertirse se debe tener mucho cuidado ya que el poder de la lujuria es grande y puede hacer caer al adicto en el menor descuido.Por último, el adicto debe buscar centros especializados para tratar su adicción, especialmente aquellos que están centrados en Cristo, pues es ahí donde están los profesionales que le ayudarán a salir del problema. No basta con leer este ensayo, esto no soluciona nada, se necesita curar todas las heridas psicológicas y espirituales que solo quienes están capacitados pueden descubrir y tratar.

Cuando el sexo es una enfermedad

Cuando el sexo es una enfermedad
A pesar de que este trastorno ha sido tratado muchas veces desde la frivolidad, la importancia de la adicción al sexo y el número, cada vez mayor, de personas que la sufren han propiciado que organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud se haya planteado su inclusión en el listado oficial de trastornos mentales. La adicción al sexo será, por fin, una enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado recientemente que tiene previsto incluir la adicción al sexo en su catálogo de enfermedades para que, lo que hasta ahora se ha considerado sólo como un trastorno o ´vicio´, pase a considerarse oficialmente como una enfermedad mental. La iniciativa, cuya aplicación está prevista para el 2014, será precedida -muy probablemente- por la de la Sociedad Americana de Psiquiatría que, para el 2011, baraja ya integrar la hasta el momento minusvalorada adicción al sexo en su catálogo oficial de patologías. "Hasta ahora la adicción al sexo se consideraba una alteración psicológica, un problema más, pero no estaba incluida ni en las calificaciones de la OMS ni en la DMSIV de la asociación de psiquiatría norteamericana, las dos más importantes", explicó el psicólogo y profesor de la Universidad de La Laguna, Conrado Viña. La inclusión en este listado, lejos de ser un mero trámite, causará efectos tangibles y reconocerá oficialmente como enfermedad un problema que empezó a tener repercusión social cuando el actor norteamericano Michael Douglas reconoció públicamente padecer este trastorno que muchos, aun hoy, siguen considerando como una mera debilidad. "Pasará a considerarse como un trastorno oficial, reconocido a efectos de políticas de prevención, sanidad y recursos", explica el profesor Viña. Internet y el 'Cibersexo' Un estudio reciente, apunta el psicólogo, habla de que en el mundo hay 60 millones de usuarios de Internet que visitan páginas eróticas con frecuencia. De esos, se estima, más de 2 millones son adictos al sexo. "Esta cifra justifica ya por sí misma la inclusión de esta patología en el catálogo oficial de enfermedades", añade. La Red, más que cualquier otro tipo de medio, está propiciando la aparición de gente relacionada con lo que médicos y psicólogos consideran conductas sexuales compulsivas. La accesibilidad, el anonimato y la asequibilidad son sólo algunos de las ventajas que este medio proporciona al adicto al sexo. Los problemas que sufre un adicto al sexo, trastorno conocido como ninfomanía-en el caso de las mujeres- y satiriasis a andromania -en el de los hombres- son similares a los de cualquier otro tipo de adicción. "Muchas veces se frivoliza mucho con la adicción al sexo y, en realidad, el sexo en este tipo de personas deja de ser una actividad placentera o una búsqueda de gratificación -que es lo que debe ser para cualquier persona sana- para convertirse en una necesidad compulsiva patológica, una manera de aliviar tensiones", asegura el profesor de psicología. De hecho, las consecuencias de este tipo de adicción "denominadas sin sustancia, como la adicción al trabajo o a Internet" son similares a las relacionadas con la droga o el alcohol "dependencia, síndrome de abstinencia y ruptura con el entorno". Tabaco y alcohol, las adicciones más frecuentes adictos en las islas. Las adicciones más frecuentes en Canarias, explicó el profesor de Psicología de la Universidad de La Laguna, Conrado Viña, son las relacionadas con el tabaco y el alcohol. "Son sustancias legales pero lo que define a una droga es el uso que hagamos de ella. Por ejemplo, la heroína puede tener usos médicos", explicó. No obstante, pocos son los pacientes que acuden al psicólogo para tratar su adicción a la nicotina y, sin embargo, la mayoría optan por los fármacos. "La mayoría optan por la pastilla y se olvida de que el tratamiento más eficaz en este caso es el psicológico, la dependencia física es mucho menor que la mental y la motivación es la clave". 27.000 ludópatas. La ludopatía se define, explicó Viña, como un impulso incontrolable por jugar. "En este tipo de adicciones influye mucho el hecho de que la recompensa es inmediata y eso refuerza la conducta adictiva". Los datos revelan que, en el Archipiélago, hay unas 27.000 personas que sufren esta patología actualmente. Trabajo y videojuegos. Otro de tipo de dependencias que han cobrado importancia en los últimos años es la adicción al trabajo o a los videojuegos. "Ahora estos estímulos, con el juego a través de Internet, son más atractivos que antes porque incluyen alicientes sociales como la interacción social", explicó el psicólogo

MI LUCHA DIARIA

MI LUCHA ES DIARIA Y EN SOLEDAD,CUANDO UNO ES ADICTO AL ALCOHOL DEJA DE TOMAR,A LAS DROGAS DEJA DE CONSUMIR,AL SEXO SE VIVE EN SOLEDAD,UNA NUEVA RELACION LO PUEDE LLEVAR A UNA RECAIDA,COMO SABER CUAL ES LA MEDIDA,ADONDE RECURRIR.TODOS NECESITAMOS CARIÑO CARICIAS, NO SE PUEDE VIVIR EN ESTE INFIERNO DE SOLEDAD,NO SE PUEDE VIVIR CONDENADO POR SUS SUS HIJOS, SIN AFECTOS,VIVIR CULPANDOSE DE TODO EL DAÑO,SUFRIMIENTO QUE SU ENFERMEDAD PROVOCO EN OTROS.
QUIEN ES EL CULPABLE,HAY CULPABLES O TENGO QUE CARGAR CON ESTE CARMA DE POR VIDA,SEGUIR SINTIENDOME UNA BASURA TODA LA VIDA,NO PUEDO TENER UNA NUEVA OPORTUNIDAD?ESTO ES UN VERDADERO INFIERNO,NO LO SOPORTO MAS,NO TIENE SENTIDO SEGUIR ASI.PARA QUE, SI EL EL MAÑANA SERA PEOR QUE EL HOY,DIA A DIA ME VOY DEGRADANDO COMO PERSONA.
UNO NO SE DA CUENTA COMO Y PORQUE COMIENZA,TAMPOCO DEBEMOS CULPAR A PAREJAS O FAMILIARES, EL ROL DE CONTENCION FAMILIAR,DESDE MI PUNTO DE VISTA DE ADICTO, ES LA COMPRENSION TODO LO QUE DEBEN HACER, ES ENTENDER Y RECONOCER QUE UNO ESTA ENFERMO,SOLO CON ESO PARA NOSOTROS ES IMPORTANTE Y NOS AYUDA A SALIR,EX PAREJAS , HIJOS FAMILIARES DEBEN DE TRATAR DE ENTENDER QUE ES UNA ENFERMEDAD,QUE UNO NO LO HACE POR HACER DAÑO O PORQUE PENSO EN UNO,DEBEN ENTENDER, QUE LAS COSAS OCURREN, Y UNO PERDIO EL CENTRO Y EL EJE DE LA REALIDAD, SE LE CAMBIAN LOS VALORES,QUE NO ESTA EN SU SANO JUICIO,Y AQUELLAS PAREJAS, QUE ESTAN JUNTAS,MUCHO APOYO, CONTROL SOBRE LAS RECAIDAS Y ACOMPAÑAR AL ENFERMO, NO SOLO HACIA UNA AYUDA PROFESIONAL,SI NO TAMBIEN ESPIRITUAL,TRATEN DE TENER CHARLAS CON MATRIMONIOS DE MUCHOS AÑOS, QUE LE CUENTEN EXPERIENCIAS DE VIDA, HABLAR DE SEXO,PERO SIN DEJAR DE LADO LO ESPIRITUAL.
TRATAR DE HABLAR SOBRE LA RELACION DE PAREJA, QUE NO SOLO SE SOSTIENE SOBRE EL SEXO,SI NO SOBRE LA COMPRENSION,CARIÑO, AMISTAD....ESO SON LOS VALORES DURADEROS.

Publicado por LUIS EMILIO en 7:42

PERDON GASTON Y HERNAN

martes 8 de julio de 2008
A MIS HIJOS PERDON,POR NO HABER SIDO EL PADRE, QUE QUIZIERON O QUE ESTUVIERA MAS PRESENTE, ES TODO LO QUE LES PUEDO DECIR, PERDON,Y QUE LOS AME Y LOS AMO Y SERAN EL UNICO SENTIDO DE MI VIDA,Y SI NO SE COMO DEMOSTRARSELO ES PORQUE NO SE Y TENGO FALENCIAS EMOCIONALES,QUE VIENEN DE CHICO DE NO TENER UNA IMAGEN DE PADRES QUE NO TUVE,LO SE NO ES SU CULPA,TENDRI AQUE HABER SIDO MEJOR PADRE,AL SABER LO QUE SE SIENTE, EL VACIO EN EL ALMA, POR ESO LES PIDO PERDON,Y NO PRETENDO NI PRETENDI SER EL EJEMPLO DE USTEDES,COMO ME DIJISTE GASTON QUE YO PARA VOS ERA EL EJEMPLO DE LO QUE NO TENIAS QUE HACER. Y ESTA BIEN, Y ESPERO QUE TE SIRVA Y SEAS FELIZ,YO SOLO LES PIDO PERDON Y LOS QUIERO....Y NO PUDE NI ME DI CUENTA QUE ESTABA MAL,QUE NO ERA YO.QUE NO PODIA MANEJAR MI VIDA.
LOS QUIERO MUCHO

MI LUCHA DIARIA

MI LUCHA ES DIARIA Y EN SOLEDAD,CUANDO UNO ES ADICTO AL ALCOHOL DEJA DE TOMAR,A LAS DROGAS DEJA DE CONSUMIR,AL SEXO SE VIVE EN SOLEDAD,UNA NUEVA RELACION LO PUEDE LLEVAR A UNA RECAIDA,COMO SABER CUAL ES LA MEDIDA,ADONDE RECURRIR.TODOS NECESITAMOS CARIÑO CARICIAS, NO SE PUEDE VIVIR EN ESTE INFIERNO DE SOLEDAD,NO SE PUEDE VIVIR CONDENADO POR SUS SUS HIJOS, SIN AFECTOS,VIVIR CULPANDOSE DE TODO EL DAÑO,SUFRIMIENTO QUE SU ENFERMEDAD PROVOCO EN OTROS.
QUIEN ES EL CULPABLE,HAY CULPABLES O TENGO QUE CARGAR CON ESTE CARMA DE POR VIDA,SEGUIR SINTIENDOME UNA BASURA TODA LA VIDA,NO PUEDO TENER UNA NUEVA OPORTUNIDAD?ESTO ES UN VERDADERO INFIERNO,NO LO SOPORTO MAS,NO TIENE SENTIDO SEGUIR ASI.PARA QUE, SI EL EL MAÑANA SERA PEOR QUE EL HOY,DIA A DIA ME VOY DEGRADANDO COMO PERSONA.
UNO NO SE DA CUENTA COMO Y PORQUE COMIENZA,TAMPOCO DEBEMOS CULPAR A PAREJAS O FAMILIARES, EL ROL DE CONTENCION FAMILIAR,DESDE MI PUNTO DE VISTA DE ADICTO, ES LA COMPRENSION TODO LO QUE DEBEN HACER, ES ENTENDER Y RECONOCER QUE UNO ESTA ENFERMO,SOLO CON ESO PARA NOSOTROS ES IMPORTANTE Y NOS AYUDA A SALIR,EX PAREJAS , HIJOS FAMILIARES DEBEN DE TRATAR DE ENTENDER QUE ES UNA ENFERMEDAD,QUE UNO NO LO HACE POR HACER DAÑO O PORQUE PENSO EN UNO,DEBEN ENTENDER, QUE LAS COSAS OCURREN, Y UNO PERDIO EL CENTRO Y EL EJE DE LA REALIDAD, SE LE CAMBIAN LOS VALORES,QUE NO ESTA EN SU SANO JUICIO,Y AQUELLAS PAREJAS, QUE ESTAN JUNTAS,MUCHO APOYO, CONTROL SOBRE LAS RECAIDAS Y ACOMPAÑAR AL ENFERMO, NO SOLO HACIA UNA AYUDA PROFESIONAL,SI NO TAMBIEN ESPIRITUAL,TRATEN DE TENER CHARLAS CON MATRIMONIOS DE MUCHOS AÑOS, QUE LE CUENTEN EXPERIENCIAS DE VIDA, HABLAR DE SEXO,PERO SIN DEJAR DE LADO LO ESPIRITUAL.
TRATAR DE HABLAR SOBRE LA RELACION DE PAREJA, QUE NO SOLO SE SOSTIENE SOBRE EL SEXO,SI NO SOBRE LA COMPRENSION,CARIÑO, AMISTAD....ESO SON LOS VALORES DURADEROS.